Los tratamientos con finalidad principalmente estética facial son cada vez más frecuentes en la práctica odontológica habitual.
Técnicas que hasta hace poco tiempo no existían, o no se utilizaban en la práctica dental (como las modificaciones del volumen labial mediante la infiltración con ácido hialurónico, o la disminución de los surcos nasogenianos), se consideran actualmente como una parte integrante de muchas rehabilitaciones bucodentales, tanto ya sea por petición del paciente o por necesidad de mejorar el resultado estético del tratamiento.